La moda del "bullying"...




Últimamente, todos hemos sido testigos de cómo los medios de comunicación, especialmente los noticieros, sacan a la luz constantemente noticias sobre el llamado "bullying", matoneo o acoso escolar, que se presentan en las instituciones educativas del país y del mundo entero.

El "bullying" (en su término en inglés) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.

Los casos de matoneo, han aumentado considerablemente en la última época, y nosotros nos enteramos, casi que a diario, como muchos niños del país se ven afectados, por las golpizas brutales que les propinan al punto de ocasionarles incluso la muerte o por las constantes burlas y maltrato verbal al que son sometidos, por sus propios compañeros de estudios, otros niños en edades similares a la del afectado.

La situación es preocupante. Y es entonces cuando yo me empiezo a cuestionar varias cosas. En mis tiempos de colegio, e incluso, hace solo algunos años atrás, el término “bullying” o matoneo, era inexistente en nuestro lenguaje. Tal vez porque los tiempos eran más sanos, o porque nuestros padres nos educaban de manera sobresaliente en valores y comportamiento general, o porque nuestros profesores nos enseñaban el significado de respeto y obediencia en la institución, o simplemente, porque como no se presentaban éste tipo de agresiones de tan magno nivel, no había noticia alguna que generarse al respecto.

Los niños y adolescentes de antes, podían utilizar apodos, molestar a algún compañero de clases, incluso a veces pelear en el patio del colegio o a la salida, pero NUNCA llegaban a los extremos de agredir a tal punto que afectaban la integridad de la otra persona. Eran los tiempos en los que se molestaba un rato pero 5 minutos después, nuevamente estaban hablando, jugando, tranquilos, nada pasaba límites tan traumáticos como los que se están viviendo actualmente.

Y entonces, haciendo las comparaciones, me pregunto: ¿Será que los padres de familia de ahora están fallando en la educación desde casa que le imparten a sus hijos? ¿En dónde han quedado los valores? ¿En dónde ha quedado el papel de los colegios de enseñar a los muchachos a comportarse adecuadamente, a aprender a cumplir leyes y normas? Y por otro lado, ¿han influido los medios de comunicación a través de las continuas denuncias de los casos, a que el “bullying” se vuelva una moda más que asumen niños y adolescentes, en el afán de sobresalir ante los demás, con un perfil rebelde e irreverente que pasa por encima de quién sea, incluso, la integridad de los demás, sin medir las consecuencias de sus actos?

Porque definitivamente, el matoneo se ha vuelto una moda más. Antes, las personas no conocían siquiera éste término, no se hablaba al respecto de ello. Ahora, pareciera que los chicos quieren llamar la atención, asumiendo comportamientos agresivos y victimizando compañeros, que los etiqueten y los cataloguen como los malos del paseo, como los chicos del “bullying”, como aquellos que generan la noticia que saldrá mañana en el periódico y en el noticiero. El “bullying” se ha convertido en la moda para volverse famoso.

Son totalmente repudiables, todos los actos de éste tipo que generen violencia y víctimas inocentes, por el simple hecho de querer sobresalir o imponer un comportamiento que está por fuera de cualquier tipo de valoración axiológica. Sin embargo, hay que hacer un llamado vehemente a padres de familia, colegios y docentes, y medios de comunicación, para que desde sus respectivas responsabilidades, asuman ésta problemática cómo debe ser.

Los padres de familia, deben procurar por brindarles a sus hijos una crianza basada en valores, tienen que darles ejemplo de sana convivencia, de enseñarle el respeto por los demás, por su salud física y emocional, por su integridad.

De igual manera, los colegios y docentes, tienen la dura tarea de reglamentar y castigar de manera contundente, éste tipo de comportamientos, de manera que se generen precedentes y no se vuelvan a repetir acontecimientos lamentables como los que vemos casi que diariamente en noticieros, periódicos, portales de Internet. Además, cumplir con la labor de complementar la educación en valores que los niños reciben en casa, para lograr fortalecimiento de los mismos, y generación de cultura de valores en nuestros niños y adolescentes.

Y los medios de comunicación, en lugar de seguir promulgando las noticias lamentables que se generan por éste maltrato, que está bien que se denuncien, pero más que denunciar, procurar que los entes competentes tomen las medidas necesarias para garantizar que no se repitan estos episodios y a través de campañas, sensibilizar a los niños y jóvenes, de la importancia de respetar a los demás y de enseñarles, que la violencia no es el mejor camino ni la mejor opción, si se quiere lograr que algún día podamos vivir en una Colombia en paz.

Comentarios

  1. no,yo me gradue hace mas de una decada y si sufri de bullyng;maltrato verbal y fisico ,en mi colegio nadie le presto atencion a eso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Cualquier comentario es cariño...

Entradas populares de este blog

¿Competir por ‘amor’? No, gracias…paso.

10 maneras de extrañar...

Volver a sentir...cosas del corazón